La plaza del pueblo alberga el reloj de bola y agua más grande del mundo. Ocupa una superficie de más de 30 m² y está hecho en un 95% de madera.
La fuerza del agua que impulsa la rueda y la de las enormes bolas que ruedan por el complicado mecanismo mueven el colosal reloj, renovado en 2017 y extremadamente preciso.
El reloj de Lavoine es muy original: solo hay tres en el mundo: en San Francisco (EE. UU.) y en Múnich (Alemania), y el de Lavoine es el más grande. Este reloj es el resultado de un trabajo realizado en la escuela de ingenieros de Epinal (Vosgos) en el año 2000.