Los Parcs d'Allier, que comprenden el Parc Napoléon III y el Parc Kennedy, fueron creados por decisión del emperador Napoleón III durante sus visitas a Vichy de 1862 a 1866.
Estos nuevos parques están situados en el emplazamiento de un brazo secundario del Allier que ha sido desecado gracias a la creación de un dique.
Esta vasta zona en forma de media luna de 130 hectáreas está dividida en dos por una carretera que conduce al puente sobre el Allier: a un lado (aguas arriba del puente) se encuentra el Parque Kennedy y al otro (aguas abajo del puente) el Parque Napoleón III.
El Parque Kennedy está situado a lo largo del bulevar del mismo nombre desde 1867. Alberga 337 árboles, entre los que destacan la magnolia china, el naranjo de Osage, el chicot de Canadá, el ginko biloba, el haya púrpura, el cedro azul del Atlas y el cedro del Líbano. Esta verde extensión también está adornada con un busto femenino. Se trata del busto de Mme de Sévigné, creado por André Tajana en 1996. Está anclado frente al pabellón del mismo nombre, donde cuenta la leyenda que se alojaba durante sus curas. En los años 30, las orillas fangosas del Allier, situadas más abajo, se transformaron en una playa de 35 metros de largo. Restaurada en 2007 y rebautizada Plage des Célestins, cuenta con una piscina infantil, fuentes, cabinas de baño y una zona de baño vigilada en verano.
Esta vasta zona en forma de media luna de 130 hectáreas está dividida en dos por una carretera que conduce al puente sobre el Allier: a un lado (aguas arriba del puente) se encuentra el Parque Kennedy y al otro (aguas abajo del puente) el Parque Napoleón III.
El Parque Kennedy está situado a lo largo del bulevar del mismo nombre desde 1867. Alberga 337 árboles, entre los que destacan la magnolia china, el naranjo de Osage, el chicot de Canadá, el ginko biloba, el haya púrpura, el cedro azul del Atlas y el cedro del Líbano. Esta verde extensión también está adornada con un busto femenino. Se trata del busto de Mme de Sévigné, creado por André Tajana en 1996. Está anclado frente al pabellón del mismo nombre, donde cuenta la leyenda que se alojaba durante sus curas. En los años 30, las orillas fangosas del Allier, situadas más abajo, se transformaron en una playa de 35 metros de largo. Restaurada en 2007 y rebautizada Plage des Célestins, cuenta con una piscina infantil, fuentes, cabinas de baño y una zona de baño vigilada en verano.
Periodos de apertura
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