Confitería
El tiempo no se detiene en la tienda marroquí, cuya decoración interior parece haberse congelado en el Segundo Imperio, como el azúcar hilado caramelizado. La tienda, su fachada, su interior y hasta los tres imponentes mostradores están, por cierto, incluidos en el inventario suplementario de monumentos históricos, lo que le da una razón más para visitarla.