Châtelus par le chemin des écoliers

Este encantador pueblecito se descubre paseando por el camino de los escolares. La escuela, construida en 1880, es una reconstrucción de un aula del pasado, con numerosos documentos y mobiliario que datan de 1830. El museo es el punto de partida de un recorrido por el pueblo.
Châtelus era una aldea gala, pero tras la invasión romana se convirtió en un pueblo de tamaño considerable, situado en la calzada romana que unía Cusset (Allier) con Marcigny (Loira). Bajo el reinado de Felipe Augusto, el barón Guichard de Châtelus -vasallo del Señor de Borbón, del Conde de Forez y del Señor de Beaujeu- se convirtió en el señor del castillo de Châtelus y entró en los libros de historia. Los señores de Châtelus, primeros barones de la región de Bourbonnais, se hicieron famosos durante las Cruzadas y la Guerra de los Cien Años. El fuerte de madera fue sustituido por un castillo de piedra protegido por un lado por una empinada ladera en el lado de Barbena y por un cuerpo de guardia en el lado del pueblo. Esta fortaleza fue destruida durante las Guerras de Religión.

Podrá descubrir este encantador pueblecito paseando por el camino de los escolares. La visita parte del aparcamiento de la Salle Socio-Culturelle y desciende por el camino hacia el pueblo.

Después de la 1ª casa verá el museo de la escuela, nostalgia, nostalgia cuando nos abraza. Al entrar, olerás la tiza y la tinta morada, e imaginarás a los escolares con sus batas escuchando al maestro. El museo está abierto del 2 de mayo al 31 de octubre, de 14.30 a 18.30 h, de jueves a domingo.

Junto al museo se encuentra el jardín público con su parque infantil y su merendero.
Pasará por delante del ayuntamiento (antiguo presbiterio) y, a la derecha, la iglesia de Saint-Cyr de 1905.

Baje hasta la Maison des Dîmes, único vestigio del antiguo castillo fortificado del siglo XII (caseta de vigilancia). En 1750, el edificio se convirtió en la residencia del párroco, que recaudaba los diezmos (impuestos en beneficio del clero) en su propio nombre. Reformado en los siglos XV y XVIII, actualmente es la residencia del pintor Jean-Gabriel Jonin.

A continuación, suba al montículo feudal para disfrutar de una vista panorámica del pueblo. Una Madonna ocupa el lugar de la antigua torre del homenaje.

Refrésquese visitando la fuente y continúe su paseo hasta el Moulin de Gribory, el último de los 18 molinos en funcionamiento que existieron hasta principios del siglo XX. Aquí podrá comprar harinas ecológicas de trigo, alforfón, castaña y otras, así como aceites de nuez y avellana. Tenga en cuenta que el molino sólo abre de lunes a viernes. (cerrado los días festivos)

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