Guardián de lugares cargados de historia, alzándose sobre el valle de Sichon, el peñón de Saint-Vincent es uno de los parajes naturales más típicos de la Montagne Bourbonnaise. Ofrece una vista panorámica excepcional.
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Hace millones de años, cuando el mar cubría el Macizo Central, la lava emergió de una fisura para formar un flujo. Esta lava recibe el nombre de "cuerno verde". Cuando el mar se retiró, la tectónica de placas levantó este "cuerno verde", que ahora se ha convertido en la roca de Saint-Vincent. Alcanza una altura de 925 m.
Debe su nombre a la capilla, hoy perdida, dedicada a Saint-Vincent Ferrier (1350-1419), monje dominico español.
En la Edad Media, el castillo de Pyramont se construyó en...