Rocher Saint-Vincent

Hace millones de años, cuando el mar cubría el Macizo Central, la lava emergió de una fisura para formar un flujo. Esta lava recibe el nombre de "cuerno verde". Cuando el mar se retiró, la tectónica de placas levantó este "cuerno verde", que ahora se ha convertido en la roca de Saint-Vincent. Alcanza una altura de 925 m.
Debe su nombre a la capilla, hoy perdida, dedicada a Saint-Vincent Ferrier (1350-1419), monje dominico español.
En la Edad Media, el castillo de Pyramont se construyó en la cima de la roca, sobre los restos de una antigua fortaleza carolingia. Este castillo controlaba el alto valle del Sichon y vigilaba el tráfico entre las regiones de Bourbonnais, Forez y Auvernia. El castillo fue abandonado en el siglo XVI, quedando sólo algunas ruinas. Una mesa de orientación permite hacerse una idea del paisaje.
Una estatua de la Virgen con el Niño, "Notre Dame de là-haut", fue reinstalada en 2012.
La cima de la imponente mole volcánica de la roca Saint-Vincent (de propiedad privada) está formada por dos picos separados por una explanada cubierta de hierba.
En realidad, el Rocher Saint-Vincent está formado por varias rocas:
- Roca principal
- Roca Pommerie
- Roca Enceinte
- Roca Greffier
- Roca Ligue
- Castor
- Pollux
- la Dalle Grise
- la Proue
- la Pequeña Roca
y, un poco más lejos :
- la Pierre Fendue

El cuervo común (especie protegida) anida en la roca principal y sería muy imprudente molestarlo, sobre todo de enero a junio, cuando está anidando.

Para disfrutar al máximo de este entorno natural, es imprescindible llevar botas de senderismo, prismáticos y/o cámara fotográfica.

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