VichyVichy
©Vichy|Xavier Thomas
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Lista del Patrimonio Mundial

El 24 de julio de 2021, el 44º Comité del Patrimonio Mundial, reunido en Fuzhou (China), inscribió las once principales ciudades balnearias europeas, incluida Vichy, en la Lista del Patrimonio Mundial, reconociendo su valor universal excepcional. Estas once ciudades* forman una serie cuidadosamente seleccionada entre los cientos de ciudades balnearias de Europa. Este bien transnacional (que reúne a siete países diferentes) es reconocido como un testimonio excepcional del fenómeno del termalismo europeo, que alcanzó su apogeo entre el siglo XVIII y las primeras décadas del siglo XX. Los manantiales, los establecimientos termales, los lugares de paseo, las óperas, los teatros, los pabellones de música, las estaciones, los parques, los cafés, los campos de golf o los hipódromos… todo lo que se conserva hoy en día de esta época gloriosa, atestigua este valor inmaterial excepcional. A primera vista, esta inclusión en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco parece ser una conclusión inevitable. Pero para obtener la preciada etiqueta era necesario cumplir unas especificaciones muy precisas. Incluyen propiedades, criterios, atributos y sitios… Explicación del texto.

Definición

Un buen

Así es como la UNESCO designa los elementos que consagra para destacar el valor universal, el tesoro insustituible que representan para toda la humanidad. Por lo tanto, para ser incluido en el inventario del Patrimonio Mundial, un bien debe representar un valor inestimable para la humanidad, pero también debe demostrar esta contribución cumpliendo al menos uno de los diez criterios establecidos por la UNESCO.

Una aplicación sobre

Dos criterios

La UNESCO reconoció así que la designación en serie de las Grandes Ciudades del Agua de Europa cumplía dos criterios.

  • La primera establece que el bien debe «mostrar un importante intercambio de influencias, a lo largo de un período de tiempo o dentro de un área cultural, en el desarrollo de la arquitectura o la tecnología, las artes monumentales, el urbanismo o el diseño del paisaje».
    De hecho, las ciudades del agua eran lugares de investigación e intercambio de ideas y conocimientos, por lo que fomentaban el progreso médico y científico de forma importante. Según el mismo mecanismo pero en un registro diferente, desde el siglo XVIII hasta principios del XX, los grandes balnearios termales han contribuido también a la difusión de las grandes tendencias artísticas y arquitectónicas en las ciudades europeas.
  • El segundo criterio implica que un bien debe «ser un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización viva o desaparecida». A este respecto, la UNESCO ha reconocido que las grandes ciudades acuáticas de Europa fueron el escenario de una tradición cultural que floreció desde el siglo XVIII hasta principios del XX de «tomar las aguas». No se trataba sólo de una práctica curativa, sino también de un conjunto de actividades sociales y prácticas recreativas asociadas a la cura.
Una aplicación sobre

6 atributos

Las grandes ciudades del agua de Europa comparten un ADN familiar que ha legitimado su nominación en serie. Este patrimonio genético único se expresa en características comunes que permiten medir el valor universal excepcional aportado a la historia y al patrimonio de la humanidad.

11 ciudades de Europa

Una clasificación transnacional